Albóndigas con salsa de almendras

¡¡Qué agustito se está de vacaciones!!  Cuando dejas de lado el viaje y te dedicas a descansar, sin otra obligación que hacer lo que te apetece en cada momento. Que te apetece… pues te levantas temprano, un paseíto y esos churritos que se saborean con tranquilidad hojeando el periódico y que no faltan en ninguna localidad costera. Que estuviste de reunión la noche anterior... pues te levantas más tarde, cuando te lo pida el cuerpo. Que hoy no tienes ganas de bajar a la playa, pues no vas y antes de comer te tomas unas sardinitas con tu cervecita bien fría… que se alarga la cerveza… pues terminas comiendo con alguna cosita más en el chiringuito.

En fin... hay veces que bajas a la playa y estas tan a gusto que no te apetece subir a mediodía, pues un picnic improvisado y a disfrutar del arrullo de las olas y de un sueñecito bajo la sombrilla. O por la tarde, cuando ya no hace calor y esperas a que salga la luna. Todas las cosas que te apetece hacer, sin preocuparte el tiempo.

No se... cada uno tiene sus actividades favoritas y utiliza el tiempo a su antojo, aún teniendo niños más pequeños no tienes que hacerte esclavo de un horario rutinario como en el invierno y puedes estar abierto a la improvisación, en lo que a mí concierne, eso es lo que más me gusta del verano.

                                                

Y con las comidas me pasa igual, tienes más tiempo para preparar la comida, puedes pensarlo en el momento acercarte al super y hacerla con tranquilidad y disfrutando con ello. En este caso he preparado unas albóndigas con salsa de almendras receta de mi suegra, Maruja, que salen exquisitas.

Ingredientes:

Para las albóndigas;

500 g de carne picada de cerdo

500 g de carne picada de ternera

2 huevos

1 ajo hermoso picadito

Un puñado de miajón grande de pan o la miga de cuatro rebanadas de pan Bimbo

Colorante, Pimienta molida, perejil picado y sal

Salsa;

½ cebolla grande

150 g de almendras crudas

1 huevo duro

Se ponen en un cuenco hondo los dos tipos de carne, los huevos enteros, el ajo bien picadito y la miga de pan bien desecha (sin mojar), y se le añade un poquito de colorante alimentario. Se aliña con el perejil picado, la pimienta y la sal. Se mezcla todo bien con las manos (yo uso unos guantes para no mancharme con el colorante amarillo). Una vez hecho esto se tapa con film y se mete en la nevera dejándolo macerar hasta el día siguiente.

Para prepararlas haremos las bolas, las pasaremos por harina y las freímos en abundante aceite bien caliente, solo el tiempo suficiente para que se doren y no se sequen por dentro ya que luego se cocerán en la salsa. Las vamos sacando del aceite y las reservamos en una fuente.

Ahora empezaremos con la salsa, ponemos en una sartén un fondo de aceite en el que pondremos la cebolla picadita, cuando este blandita y transparente la sacamos y echamos las almendras en el aceite las cuales sacaremos una vez que hayan cogido color. Ninguno de los dos ingredientes deben tostarse de más o el sabor se estropeará. Se escurren y se ponen en un mortero y se majan muy bien. (Puedes pasarlas también en una picadora).

En una cacerola colocamos las albóndigas junto a la majada de cebolla y almendras, le añadimos un chorreoncito del fondo del aceite que utilizamos para freír las albóndigas y las cubrimos de agua. Las ponemos a fuego medio y las dejamos hervir moviendo de vez en cuando para que no se peguen, cuando vemos que la salsa espesa, retiramos y le añadimos un huevo duro picado, las acompañaremos con dados de patatas fritas.

¡¡Están muy buenas!! Disfrutarlas olvidándoos de la rutina y del estrés y aprovechar a fondo las vacaciones.

Btrix