Tenía ganas de preparar unas magdalenas de nata para comprobar la diferencia en textura y sabor con respecto a las magdalenas clásicas de naranja y el resultado fue muy satisfactorio. Sin desmejorar a las otras, estas magdalenas son muy esponjosas y tienen una suavidad especial. Acompañarlas con un buen chocolate o un cafecito, sera convertir una merienda normal, en una exquisita.
Son irresistibles y desaparecen como por arte de magia, probarlas y veréis porqué os digo esto, hacerlas y no os arrepentiréis. Son muy rápidas de hacer y en un plis plas tendréis unas 20 magdalenas deliciosas, listas para el desayuno o la merienda.