Tarta de queso y grosellas

El verano trae consigo frutas frescas, refrescantes y llenas de vitaminas, en estas fechas apetece mucho tomarlas como zumos, cócteles ensaladas o simplemente a bocados. Si además tenemos en cuenta que están en su plena producción, conseguimos frutas de exquisita calidad y a mejores precios, precisamente por ser de temporada.

Nada mejor que utilizar los productos de temporada para conseguir recetas deliciosas y que el resultado de las mismas sea francamente apetecible. En esta época podemos disfrutar de sandias, melones, nísperos, albaricoques, cerezas ciruelas, aguacates, fresas, melocotones... y grosellas.

Las grosellas son frutas silvestres, perfumadas, muy sabrosas de sabor ácido y dulce a la vez y con un maravilloso color rojo, crecen en climas templados y fríos. Son bayas en racimos, del tamaño de guisantes y se pueden consumir frescas pero lo más frecuente es que se utilice para compotas, mermeladas, batidos, helados... y tartas.

Pues eso precisamente he hecho yo, una deliciosa tarta, mi amiga Ingrid de la que ya os he hablado me trae siempre grosellas de su Cortijo La encina cuando llega la temporada. Tiene varios arbustos silvestres que se colorean cuando llega el verano, llenándose de bonitos racimos.

Ingredientes:

150 g de galletas tipo Digestiv

60 g de mantequilla

375 g de queso tipo Philadelphia

3 huevos pequeños

40 g de azúcar (puedes añadir más si quieres)

200 g de mermelada de grosellas y lo suficiente para cubrir la tarta
unos racimitos de grosellas y hojitas de hierbabuena para decorar

Precalentaremos el horno a 180º. Trituramos las galletas con la picadora de que dispongáis y las colocáis en un cuenco y le añadimos la mantequilla que habremos calentado, ya líquida, entonces mezclaremos bien hasta que las galletas queden empapadas. Después engrasamos el molde, yo he usado uno de 18 cm, con spray o mantequilla y harina o bien cubriendo su interior con papel vegetal. Ponemos las galletas en el fondo y las aplastamos para endurecer la base del pastel. Lo metemos al horno durante 10 minutos, sacamos y dejamos enfriar.

Mantendremos el horno a 100º. Preparamos la mezcla añadiendo los huevos, el azúcar, el queso y la mermelada de grosella y mezclamos bien, eliminando los posibles grumos hasta conseguir una crema homogénea.

Echamos la mezcla preparada en el molde sobre la base de galletas y lo pondremos en el horno entre 50 y 60 minutos, a ver... cada cual conoce su horno y a lo mejor necesitas elevar la potencia o aumentar el tiempo. Lo mejor es vigilar la cocción hasta que los bordes estén cuajados pero que la zona central aun este blandita y tiemble, en ese punto las retiramos de horno y las dejamos enfriar.

Una vez que este fría pondremos sobre la tarta, una capa generosa de mermelada y adornaremos con los ramitos y las hojas de hierbabuena. Metemos en el frigorífico como mínimo 3 o 4 horas y mejor si es toda la noche.


Fue una reunión de amigos genial, hacía tiempo que no nos veíamos y disfrutamos cada instante como el mejor. 

Btrix