Clafoutis de cerezas - Flougnarde de peras

Ya empezamos a ver el final del verano ¡Qué pena! Todo lo bueno se acaba, pero no, no nos podemos quejar, que tal y como están las cosas tenemos que agradecer tener un trabajo al que regresar y la vuelta a la rutina se convierte en un alivio.

En fin, al igual que las vacaciones se acaban, hoy voy a utilizar un producto del que ya se están acabando las existencias, me refiero a las cerezas. A estas alturas he pillado las últimas cerezas de Güéjar Sierra, un pueblo precioso situado en la sierra de Granada y donde las cerezas constituyen uno de las principales fuentes de desarrollo de las familias güejareñas.

La climatología de la zona y la dedicación y especialización en el producto han dado lugar a una cereza única, de excelente calidad y un sabor increíble. Todos los años celebran las Jornadas gastronómicas de la cereza una cita muy interesante para conocer recetas populares que tienen como base este magnífico fruto.

Con ellas he preparado un Clafoutis de cerezas, un clásico de la cocina francesa, que consiste en un pastel con textura de flan o pudin y que se come con cuchara. La palabra clafoutis significa “rellenar”, que es lo que hacemos como base de esta receta, rellenar toda la cazuelita de cerezas y añadirle la mezcla liquida que se cuaja al hornearla. El origen del clafoutis se sitúa en la región francesa de Lemosín y desde allí se popularizó por toda Francia.

Ingredientes:

200 ml de nata líquida para montar

200 ml de leche

1 vaina pequeña de vainilla

40 g de mantequilla para la masa

80 g de azúcar moreno

2 huevos

50 g de harina

400 g de cerezas

30 g aproximadamente de almendras fileteadas.

Mantequilla y azúcar moreno para engrasar y espolvorear el molde.

Preparamos primero las cerezas y los recipientes: lavamos las cerezas y las secamos bien. Puedes quitarles el hueso, aunque en la receta original se les deja porque dicen que realzan el sabor del plato, yo se los he dejado. Puedes quitarles el rabito, dejarlos o dejar solo algunos, eso va al gusto de cada uno.

Los moldes que he usado son varias cazuelitas de barro pero si tú quieres puedes hacerlo en un solo molde más grande. Se engrasan con mantequilla y se espolvorea el fondo y los lados con azúcar moreno que se quedara pegada para hacer una camita que luego se convertirá en caramelo al hornearlo.

Tomaremos la leche y la nata y las pondremos a calentar en un cazo, raspamos la vaina de la vainilla con la punta de un cuchillo para que el sabor se realce aún más y lo añadimos al cazo junto con la vaina. Cuando empieza a hervir tomaremos la mantequilla y la introduciremos en el cazo donde, una vez que se haya derretido lo apartamos del fuego y lo dejamos reservado para que emulsione.

Ahora le toca el turno a los huevos que batiremos junto con el azúcar moreno, una vez mezclado añadiremos la harina y seguiremos batiendo hasta que todo esté integrado. Seguidamente pondremos la mezcla reservada de la nata y la leche y terminamos de mezclar bien.

Cogemos las cazuelitas azucaradas y vamos rellenando toda la base con las cerezas, a continuación añadimos la mezcla final sin sobrepasar del todo las cerezas, para que se vean. Por último espolvoreamos por encima las almendras fileteadas e introducimos las cazuelitas en el horno a 180º con calor arriba y abajo. Las tendremos unos 25 minutos pero depende si el molde es grande o pequeño y del horno, ya sabéis, controlar y pinchar. Una vez templado se espolvorea con azúcar.

No tenía suficientes cerezas y para terminar de rellenar las cazuelitas que faltaban utilicé peras y estaba también muy rico, pero según he visto esta variación en el plato no se llamaría “Clafoutis”, este nombre es exclusivo de la preparación con las cerezas, existen otros nombres para el relleno con otras frutas y en el caso de las peras se llama “Flougnarde”.

No dejéis de hacerlo os sorprenderá. ¡Está de lujo!

Btrix